Se trata de un fracaso crónico y progresivo en la capacidad de resistir los impulsos de jugar a pesar de las consecuencias negativas que el juego provoca en la persona (problemas personales, familiares, laborables o sociales).

Es importante señalar que previo a la adicción están los jugadores problema. Categoría intermedia entre el jugador social y el patológico, puesto que la persona en este caso juega con gran frecuencia, con un gasto habitual de dinero que en alguna ocasión puede acarrearle problemas, pero sin llegar a la gravedad del jugador patológico. Son personas con un alto riesgo de convertirse en breve en ludópatas.

Fases de la Ludopatía

1. Fase de ganancias: al principio suelen darse episodios de obtención de premio, que llevan al jugador a una mayor implicación en el juego y a considerarse una persona excepcional. Tales ganancias le producen una gran excitación y expectativas de que aún puede ganar más dinero (dinero fácil). Esta fase puede durar de varios meses a varios años.

2. Fase de pérdidas: dado el optimismo que caracteriza al jugador en la fase de ganancia, busca conseguir mayores premios y cada vez arriesga más. Comienza a perder más dinero cuanto más apuesta y vuelve a jugar para recuperar su dinero. Una vez la persona se ha convertido en jugador habitual, el factor más importante que posibilitará que se convierta en ludópata será la accesibilidad al préstamo. Cuando sus deudas se han disparado y las posibilidades de obtener más dinero se reducen, todas sus opciones para conseguir dinero con el que pagar esas deudas se limitan a una: el juego. Por tanto, el jugador se ve involucrado en una rueda de más juego y más pérdidas, que generan mayores deudas: se gasta su sueldo, coge dinero de casa, pide a amigos y conocidos, empeña cosas, solicita préstamos bancarios, incluso en ocasiones se llega al delito para conseguir dinero para jugar o pagar deudas. Junto con las consecuencias económicas aparece también el deterioro de las relaciones personales, familiares y laborales. El jugador empieza a pensar que tendría que dejara de jugar, sin llegar a hacer todavía ningún propósito en firme de dejarlo.

3. Fase de desesperación: en esta fase, el juego alcanza una gran intensidad y el jugador solo vive para jugar. Se despreocupa totalmente de la familia, de los amigos y del trabajo. Hay fuertes problemas financieros e incluso legales, se incrementa el nerviosismo y la irritabilidad y la vida resulta en sí poco placentera. En este punto se suele tomar la decisión de dejar de jugar en serio.

Factores predisponentes y que favorecen la aparición del juego excesivo:

Factores de personalidad
Factores cognitivos
Factores familiares
Factores biológicos
Factores socioculturales, entre otros.

Test de Autoevaluación

Favor responda el siguiente cuestionario. Estas preguntas lo ayudarán a saber si es usted un jugador compulsivo.

1        ¿Ha faltado alguna vez al trabajo debido al juego?

2        ¿El juego ha provocado infelicidad a su vida?

3        ¿El juego afectó su reputación?

4        ¿Ha sentido alguna vez remordimiento después de jugar?

5        ¿Ha jugado alguna vez para obtener dinero para pagar deudas?

6        ¿Disminuyó su eficiencia y ambición a causa del juego?

7        ¿Después de perder, sintió que debía volver a jugar para recuperar sus pérdidas?

8        ¿Después de ganar, sintió que tenía la necesidad urgente de volver para ganar más?

9        ¿Apostaba a menudo hasta perder la última moneda?

10   ¿Pedió prestado alguna vez para financiar el juego?

11   ¿Ha vendido algo para financiar el juego?

12   ¿Se sentió reacio a usar “dinero obtenido por medio del juego” en gastos normales de la casa?

13   ¿El juego provocó que descuidara su propio bienestar y el de tu familia?

14   ¿Jugó alguna vez por más tiempo del que tenía planeado?

15   ¿Ha jugado alguna vez para escaparse de una preocupación o problema?

16   ¿Alguna vez ha cometido, o ha pensado cometer un acto ilegal para financiar el juego?

17   ¿El juego le ha causado dificultades para dormir?

18   ¿Las discusiones o frustraciones, le han provocado la necesidad urgente de jugar.?

19   ¿Ha sentido alguna vez la necesidad de celebrar cualquier buena fortuna, con un par de horas dedicadas a jugar?

20   ¿Ha considerado alguna vez el suicidio como consecuencia del juego?

La mayoría de los jugadores compulsivos contestarán sí por lo menos a siete de estas preguntas.